Llamó nuestra atención la cantidad de ciclistas por las aceras en la zona de Cibeles.
Algunos, incluso, pasando del carril bici de Alcalá a la acera para cruzar la rotonda.
Los ciclocarriles (sharrows o carriles compartidos con los coches)
no han convencido a muchos ciclistas.
Habría que preguntarse por qué prefieren la acera, en vez de criticar a estos ciclistas.
Hay ciertas zonas de Madrid en las cuales los ciclistas se sienten inseguros y los ciclocarriles
no son la solución.
En el caso de la glorieta Cibeles, no estaría mal que el carril bici de Alcalá la cruzara y que en ciertas zonas (donde no hay cruces) fuera separado del tráfico. En los cruces, debería estar bien marcado el suelo de otro color (como en Barcelona) y los semáforos deberían ponerse en verde para las bicis un poco antes que los coches,
como se hace en el norte de Europa.
Happy bike-day!
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